Entradas

Mostrando entradas de junio, 2018

Ancianato de Ángeles

Imagen
      Existió en La Grita una   dama, de singulares rasgos femeniles y tierna bondad,   que tenía   casa grande y un solar de gallinas ponedoras. Los vecinos dieron en llamarla la niña, pues era bella, como Santa Lucía, y virtuosa como la Virgen de los Ángeles. No fue que se quedara para ¨vestir santos¨; es que no hubo varón que lograra seducirla. Era una fortaleza inexpugnable a los satanes de   la carne. Amaba en la forma   como aman las vírgenes. Por eso la llamaban ¨la niña¨.      Gobierna Castro; luego Gómez. Se habla del poder de esos generales y de las derrotas infringidas a otros generales.   Hay cornetas,   hay tambores, hay proclamas. También,   enfermedades y miseria. Las   bayonetas y los chopos no   han sido   capaces de vencerlas.   Contra la lepra, la tuberculosis, el paludismo y otras plagas perniciosas,   se estrellan los matones de oficio. Se estrellan c...

Tocar de Oído

Imagen
Cuando José ¨chocorita¨ y el ¨cotudo¨ Fermín tocaban en la plaza, hasta los ángeles bailaban. ¨ La Mano Negra ¨ era una orquesta multisápida. La integraban los dos precitados ejecutantes, el tuerto José Dolores y don Manuel ¨pajarito¨. Los llevaban a tocar a varias plazas; a varios  bautizos y portes de compadres. A  casa del Alcalde y del Gobernador.  Al propio cementerio los llevaban a tocar los días de las ánimas. Donde los buscaban allá iban. ¡Qué palos de músicos eran! Y eso que tocaban de oído. De notas, armonía, solfeo, composición, fusas, semifusas, corcheas y semicorcheas, ni una papa. Por eso no pudieron presentarse en el Teatro Municipal de Caracas. Don Domingo Moret nos explicaba que para presentarse en la capital había que comer mucha yuca. Él, por lo menos, nunca quiso ir. Podía compararse con Carreño y  el maestro Pedro Elías, pero nunca quiso ir.  Era prudente. Era sabio. Por su parte, el viejo Secundino, el fotógrafo, no se cansaba de h...

Mi Amigo Aaron

Imagen
Cuando Aarón Toledano se presentó en La Grita en su condición de médico rural, tenía el pelo negro, la mandíbula prognática y los dientes grandes y afilados. El verlo daba miedo. ¨¡Cuidado con el lobo!¨, le decían las señoras a las hijas. Además era turco, de esos que venían con las maletas repletas de quincalla, polvos olorosos y sedas importadas del Asia. Con los días,   la gente cambió de parecer. Aarón resultó ser un perro manso, amistoso, por no decir,   meloso. Se había transformado en un gritense, y como tal se le consideró a lo largo de su dilatada existencia.    ¿Que cómo lo conocí?, me preguntarán algunos, y   debo contestarles que fue en   diciembre, del año cincuenta y uno, durante las vacaciones que pasé   en mi bella ciudad.   Como era natural, aunque de medicina sólo conocía el nombre, la di por visitar el Hospital San Antonio, enfundado en pretenciosa bata de galeno. En verdad, lo hacía…por figurar. Allí topé con Aarón, ...

Los Dinosaurios de Don Germán Carias

Imagen
Dinosaurios en La Grita. Animales prehistóricos a pocos metros de la ciudad. Nos lo cuenta don Germán, periodista atildado, de limpia prosa y exacta dimensión. Lo sabe desde hace tiempo. Hace más de veinte años que lo sabe. Habíamos oído de la ¨Viga de Oro¨. De la calentura que agarró el   obispo Ramos de Lora, por los bailes vulgares y los actos impuros que vecinos descarados celebraban   frente a la ¨Capilla de la Santa Cruz del Llano¨. De la vez   que el cachaco Napoleón Guerrero, dueño de varias fincas y de muchas mansiones, se internó en ¨ La Cimarronera ¨,   y estuvo a punto de morir. Pero nunca de los Dinosaurios que existieron en La Grita y sus alrededores, de los cuales venimos a enterarnos ahora, gracias a don Germán, que Dios guarde. El   Hermano Nectario María había sorprendido a los científicos venezolanos y de otras partes del mundo,   con su Megaterio larense, que armó como un rompecabezas y exhibió en un salón inmenso del...

Payaso

Imagen
¡Payaso! Le gritábamos ¡payaso! Y él corría como un perro asustado. Los muchachos del pueblo íbamos a estudiar en la escuela ¨Padre Maya¨. El director, Manuel Felipe Peralta, nos llevaba por las noches a la plaza del calvario. Una hoguera en el centro. En el cielo, las osas mayores y menores y las siete cabrillas.   Payaso no asistía. Sentía miedo. No sabíamos por qué.     Los padres de payaso se llamaban la ¨Humildad¨ y el ¨León¨. Ella de flaca estampa, pelo largo y ojos duros. Él de porte atlético, brazos de gladiador, cuello de toro. Pero la batuta descansaba en la Humildad. León obedecía, como un cordero, a todo decía sí,   nunca levantaba la voz. De los hijos -una niña pelirroja y payasito- se diría que no eran hijos sino soldaditos de plomo.     Vivían a un lado del camino, entre el pueblo y la finca panelera de don José Galeazzi, en una pesebrera de dos cuartos y un solar de gallinas. Vestían pulcros. A las 8 de la noche, la oraci...

SANTA TERESA DE JESÚS VIVIÓ EN LA GRITA

Imagen
De los siete días de la semana, el sábado era el de la devoción. Las familias gritenses aprontaban lo poco que tenían para regalárselo a los pobres. Dar al hambriento… Dar al sediento… Amar al prójimo… Un desfile de pobres recorría las calles y veredas de la ciudad, con el saquito al hombro y las manos estiradas.   Nadie se quedaba sin el algo de lo poco que   las familias podían darle. Hasta los pobres daban lo que a duras penas tenían. Había compasión. Había solidaridad.   Doña Teresa Torres de Leal decía que sin amor no puede haber felicidad. En La Grita se la adoraba como a reina. Vivía a una cuadra del Calvario, en casa grande, colonial, con patio, adoratorio, salas grandes, cocina, solar, caballeriza, y huerto de lechugas, tomates, remolachas y árboles frutales.    Era la esposa del General Leal, un hombrazo coriano, fornido y catirrucio, que fungía de jefe de la Cuarta Brigada del Ejército, y además,   hijo político   del General ...

Catafilo Solía Venir por Navidad

Imagen
  _Comadre, mande a bautizar el muchachito que se le va a morirr judío. Ningún niño en el pueblo podía quedarse sin bautizo. Podía terminar en el Limbo, algo como una esfera cerrada de la que jamás podría salir. Peor aún,   sucederle   lo que a los hijos de Israel, que por ofender a Jesucristo y burlarse de su dolor, fueron condenados por Dios a eterna pena, y a vagar por el mundo, sin destino ni refugio posible. Pero, ¿quién era en realidad el judío errante? Unos hablan   de Catafito –o Catáfilo- policía que cuidaba a Poncio Pilatos. Otros,   de Ausero,   zapatero remendón, extremadamente sectario como los políticos de ahora. Otros, de Samir o Samar, cicatero y ladrón, que fundió el   becerro de oro en tiempos de Moisés y, no contento, creó bancos y manejó a su antojo el dinero de los demás. En lo que sí existe unanimidad es en el conjuro o la pena   que Dios le aplicó: ¨andarás por la tierra hasta el fin de los tiempos y nunca mor...

El Parque Sucre y su Palacio de Gobierno

Imagen
Cuando visité a San Cristóbal, o la descubrí, al lado de mi padre, en mis tiernos días de escolar, llevaba en las alforjas tres deseos que, gracias a Dios, pude cumplir:   saborear los     helados   Sol y Sombra,   conocer la carpintería del señor Bracamonte, con sus bates y mascotas legendarios, y el palacio donde despachaban los jefes del gobierno regional.   Comí   popsicles como nunca   pude   soñar ;   acaricié el bate que, según se me dijo, utilizó el potente Burro Negro cuando conquistó para Rubio el campeonato de beisbol regional;   y fui al   parque Sucre, donde mi padre me tenía una misteriosa sorpresa. Sentado en uno de sus bancos, vi luces, árboles, fuentes y personas. Vi agentes policiales marchando en perfecta formación.   Vi jinetes montados sobre briosos caballos orientales. Vi la banda musical tocando una retreta. La gente arremolinada alrededor del Maestro Rivera Useche.   Los gendarmes ...

Cincuenta Semillas de Esperanza

Imagen
Me han contado que el santo   cobrero, Edgar Arturo Roa Rosales, se encuentra de cumpleaños y sus feligreses y amigos le tienen preparado un pus café. Como me considero uno de ellos, y acaricio en mis manos la invitación, iré puntual,   a la misa prometida y a oír los encantos de su voz. Será en la iglesia de Nuestra Señora de Coromoto, presidirá la ceremonia nuestro apreciado obispo, Mario del Valle Moronta,   y de seguro acudirá la gente a reventar. El cuento comienza en El Cobre, ciudad privilegiada de los páramos, donde el frío y la sementera enmarcan una manera dulce de vivir. Tal vez no exista otra persona que la haya amado tanto y cantado en más sentidos poemas,   como Ramón Vicente Casanova, escritor atildado,   que se extasiaba en los barbechos, en las melgas de papa y arracachas, los quesos, las cuajadas, las espigas   de trigo ,   el agua siempre pura del arroyo. No había   pobres; no había ricos. Una sola familia. La mano ...

EL INVENTOR DEL HIELO LO PRESENTA EN SOCIEDAD

Imagen
El doctor Rafael Vicente Mora manejaba la alquimia. En su botica de la calle Bolívar preparaba menjurjes contra afecciones físicas y espirituales. Tenía reservorios mágicos traídos de París. Esencias milagrosas, perfumes que olían a bueno, panaceas que obraban contra las más crueles enfermedades. De Curazao trajo una máquina para fabricar soda cerrera. Trajo una imprenta en que imprimía etiquetas, devocionarios a la virgen y canciones de moda. Morteros, matraces, lámparas de acetileno, ácidos para fabricar hidrógeno y azufre, trajo de Europa don Vicente. Un día de ¨El Centenario¨, el doctor Mora anunció el invento del hielo. En la botica atiborrada de jarabes, pastillas, polvos, cápsulas y ampolletas, expuso unos cubitos de agua que causaron sensación. El hallazgo concordaba con la fiesta del Cristo, que para los griteños y los habitantes de los andes, no tiene parangón. De esa manera, por la puerta de la más sentida y sagrada celebración religiosa del occidente venezolano, ent...

El Dia que el General Lopez Contreras Choco, y perdió El Choque

Imagen
El Presidente de la República ha avisado que vendrá de visita. El jefe policial, Primitivo Cegarra, y sus dinámicos gendarmes, recorren las dos calles principales y las trece carreras de la ciudad. Hay que izar la bandera nacional, pintar los frentes de las casas, arrancar  yerbajos, barrer   aceras, limpiar  caballerizas, y no dejar un trasto feo en las barrancas.  Que el Presidente tenga una buena impresión. Que no se vaya a llevar un mal recuerdo. Que todos vistan de pontificar. ¿No ven que es el Presidente,  quien viene,  y, además,  cuándo carrizo habrá  de venir otro Presidente? En la mansión hermosa de doña Ernestina de Gandica  se reunió la sociedad. Asistieron los padres de las dos parroquias eclesiásticas, el jefe civil don Pedro Mora,  los dueños de la compañía de luz eléctrica, varios socios del Club y el connotado orador Carlos Ramón Sánchez. Representantes de la cuarta brigada del ejército  también s...

El Turco que Vendía Viajes a la Luna

Imagen
Fue en el siglo diecinueve cuando los turcos asaltaron nuestro país. Cocinaban sabroso, se impregnaban de perfumes penetrantes e iban de puerta en puerta, con un sartal de seda y su labia proverbial.     En el Táchira se les estimaba y acogía fraternalmente. Unos llegados por los caminos de herraduras; otros por los ríos navegables. Se supo de una familia que encontró la muerte en ¨Las Porqueras¨, paradisíaco paraje de La Grita. De otra que subió del Lago hasta Colón, y no pasó de allí. Las de San Cristóbal, que arribaron por Cúcuta,   se contaban por decenas y se cotizaban por millares.     La diferencia entre estos turcos y los que tomaron por la fuerza a Constantinopla se notaba por encima. En primer lugar, el talante. En segundo lugar, la bondad. Sin entrar en detalles, recordamos haber tenido amigos turcos a montón. Turcos buenos, románticos, bebedores de vino y comedores de conservas, dátiles e higos. Amigos en las buenas y mala...